Apoyo inquebrantable ofrecido
Plenamente consciente de lo profundo que era el secreto de Evan, le ofrecí lo único que podía: un apoyo inquebrantable. “Lo superaremos juntos”, le aseguré, esperando que mis palabras aliviaran su carga. Necesitaba sentir que no se enfrentaba a esto solo. La curación y las respuestas llevarían tiempo, pero la comunicación sincera era el primer paso. Afrontaríamos el reto codo con codo, porque, pasara lo que pasara, éramos una familia, y eso significaba mantenernos firmes el uno para el otro, en todas las pruebas.

Apoyo inquebrantable ofrecido
Elaborar un plan juntos
Con renovada claridad, Evan y yo nos sentamos a trazar un plan. “Tenemos que sacarte de esto de forma segura y dentro de la ley”, le dije, con voz firme y decidida. Juntos, ideamos estrategias para ayudarle a liberarse de la enrevesada situación. Fue como planear nuestra propia aventura de alto riesgo. Aunque el camino era incierto, afrontarlo juntos aligeraba la carga: no más secretos, sólo confianza y trabajo en equipo.

Hacer un plan juntos