Surgen Inquietantes Sospechas
Aquella noche, el comportamiento inquieto de Evan persistía en mi mente como un picor que no podía rascar. Sus respuestas evasivas y sus ojos distantes me dejaron inquieta, atormentada por la pregunta: “¿Qué le preocupa realmente?” Dando vueltas en la cama, no podía evitar la sensación de que había algo más bajo la superficie. Me quedé mirando al techo, preguntándome si podría ayudar, si supiera la verdad.

Surgen inquietantes sospechas
Una charla con los padres
Al día siguiente, decidí hablar con papá y mamá. Durante la cena, pregunté casualmente: “¿Habéis notado algo raro en Evan últimamente?” Intercambiaron miradas antes de que mamá suspirara y admitiera: “Parece tenso” Papá asintió con la cabeza, sugiriendo que podría tratarse simplemente del ajuste postoperatorio. “Quizá sólo sea una fase”, añadió, aunque sus cejas fruncidas revelaban su propia preocupación. Su preocupación reflejaba la mía, lo que me hizo estar más decidida que nunca a comprender qué estaba pasando realmente.

Una charla con los padres