La extraña reacción de Evan
Cuando Evan vio la carta, su rostro palideció y la cogió como si fuera a desvanecerse. Intenté mantener oculta mi preocupación mientras le preguntaba: “¿Va todo bien?” Murmuró: “Sí, sólo una carta”, pero sus manos temblaron ligeramente. Su reacción me inquietó, retorciéndome las tripas de inquietud. Sabía que algo iba muy mal, pero el silencio de Evan me mantenía a oscuras, dejándome ansiosa por lo que pudiera contener la carta.

La extraña reacción de Evan
Secreto creciente
Evan no volvió a mencionar la carta, pues su silencio decía más de lo que podrían decir las palabras. Cada día que pasaba, su comportamiento reservado aumentaba, y cada vez que le preguntaba casualmente: “¿Alguna novedad?”, se limitaba a sacudir la cabeza, perdido en algún lugar lejano. La brecha cada vez mayor que nos separaba era como un grito silencioso, y mi necesidad de comprender sólo le hacía retroceder aún más. Cada intento de husmear sólo reforzaba sus muros, dejándome atascada y ansiosa por la sombra que parecía cernirse sobre él.

Secreto creciente